El ciclo «Transición ecosocial o colapso» continúa y se completa el 11 de diciembre, lunes, con la participación del científico del CSIC Antonio Turiel, que nos ofrecerá la charla titulada “El ocaso del petróleo”. El investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas será presentado por Cayetano Gutiérrez (Grupo promotor Cartagena Piensa), en la Biblioteca Josefina Soria del Centro Cultural Ramón Alonso Luzzy a las 20:00 horas.
Antonio Turiel es científico titular del Departamento de Oceanografía Física del Centro Mediterráneo de Investigaciones Marinas y Ambientales del CSIC. Licenciado en Ciencias Físicas, en Ciencias Matemáticas y Doctor en Física Teórica por la Universidad Autónoma de Madrid, sus intereses y reflexiones han transitado, sin embargo, hacia la investigación sobre el pico del petróleo y sus consecuencias sociales, convirtiéndose en un crítico del actual modelo productivo de crecimiento sin límite que nos lleva a una crisis sin fin.
A juicio de Turiel, el pico del petróleo (peak oil, el momento en el cual la producción llegaría a su máximo histórico comenzando a disminuir a partir de ahí) habría sobrevenido ya, acusando declives significativos de la producción; pero no solo ocurriría con el petróleo sino también con el carbón, combustibles fósiles ambos que suministran conjuntamente casi dos tercios de la energía primaria consumida anualmente.
«Tenemos un sistema productivo, económico y financiero -asegura Turiel- que se basa en el crecimiento sin límites y que entra en crisis profunda cuando no puede crecer, y en agonía si esta situación de no crecimiento se prolonga. Eso ha llevado a presionar todo: los ecosistemas, el medio ambiente, los recursos naturales, la población, las condiciones laborales y de vida de la mayoría de los habitantes del planeta… todo se ha visto como recurso sacrificable en aras de ese bien superior, abstracto y suicida que es el crecimiento sin límites. (…) El decrecimiento respecto a los niveles actuales, la simplificación de los sistemas o la necesidad de reducir el ritmo de nuestra sociedad son imperativos no sólo lógicos, sino inexorables. En suma: no es un acto de voluntad: el decrecimiento, la simplificación, la reducción del ritmo, son cosas que van a suceder hagamos lo que hagamos porque lo contrario es físicamente imposible en un planeta con recursos menguantes y en deterioro acelerado. Lo único que depende de nuestra voluntad es pilotar el proceso o dejarlo a su libre albedrío y que pueda sobrevenir un colapso societario. Este es quizá el mensaje más importante a transmitir: el decrecimiento no es una opción, lo que es una opción es estrellarse o no.»
*Fuentes